Cuarentena… ¿Qué puedo controlar? ¿el coronavirus un ensayo?

 

Pasan los días, las redes sociales se saturan de mensajes, fotos, videos, memes, advertencias, informativos, avisos, etc., etc., pero… ¿qué cosas nos ayudan verdaderamente? ¿Qué podemos hacer para que nuestra mente salga fortalecida de la cuarentena?

Siguiendo la idea de aprovechar la cuarentena para compartir lo mejor que aprendimos en los días pasados y lo mejor que estamos aprendiendo en estos días, les quiero compartir algunas de las cosas que efectivamente mejoran la inmunidad y nos preparan para tener la mente y el cuerpo fuertes, en paz y con esperanza.

Dos cosas…

1-      Distinguir lo que está bajo nuestro control y lo que no…

2-      Tomar el coronavirus como un ensayo…

 

¿Qué es eso? Aquí vamos con algunos detalles…

 

1)   Hay cosas que están bajo nuestro control, y hay otras muchas cosas sobre las que no tenemos control.  Necesitamos distinguir entre una situación y otra. Tenemos que aprender lo que esta y lo que no está bajo nuestro control, para enfocarnos en lo que si podemos controlar y hacerlo. Controlar lo que podemos controlar  y lo que no podemos controlar no alarmarnos, no entrar en  pánico. La paz interna depende de si aprendo a distinguir lo que  puedo controlar y lo que no. Ahora ¿puedo yo controlar mis pensamientos? Es lo primero que debemos respondernos…

La instrucción de Dios para que nuestra vida de en el blanco, dada en  2 Corintios 10.5 nos indica que  debemos llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.  Llenar nuestra mente con los pensamientos de Dios, que están en las Escrituras, en la Biblia.

 

¿Este pensamiento es bueno?, sí, me quedo con él. No es bueno lo descarto.  El que no controla sus propios pensamientos, entra en pánico. Un pensamiento se vuelve una emoción; miedo, pánico, zozobra… ojo!!! Pero la BUENA NOTICIA es que en Jesucristo tenemos el poder para controlar todo.

 

El que no tiene a Cristo,  no tiene el poder de controlar su propia vida, no tiene el control de nada. En Juan 15.5  el Señor  dice: “… el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”. Filipenses 4.13 “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

 

De este principio depende si gozamos la vida en Jesucristo o la hacemos un infierno. La mayoría de las personas no quieren conocer de Jesucristo. Él es el SALVADOR, y en su salvación está implícita la SALUD, porque Jesucristo nos salva de enfermedades y de peligros.

 

Entonces hay algo que SI PODEMOS pensar y hacer; y es rendir nuestra vida a  Cristo , (ya no mandamos nosotros sino el Rey de reyes), nos vamos a vasar en su instructivo, la Biblia, las instrucciones para tener vida aquí en la tierra bien, y vida eterna.  Podemos tener PAZ y TRANQUILIDAD en Jesucristo. 

No angustiarse, muchas personas caen en pánico, y ya se enferman de otras cosas.

Tú tienes el control de tus pensamientos, pero si no tienes el control de tus pensamientos, ahí está el problema, cualquier noticiero, o mensaje en la red, te va a llenar de pánico. El pánico baja las defensas. Y si dices me va a dar, te va a dar. Job 3. 25 “Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía”.

 

2) El coronavirus como ensayo…

Las actuales epidemias Influenza H1N1, Dengue, Covid-19, podríamos considerarlas como ensayos proféticos, como una práctica de aprendizaje.. ¡¡Eh!!! ¿Por qué?

Mateo 24 habla de las cosas que vendrán como señales de fin. Jesucristo se está refiriendo a los tiempos de tribulación, de aflicción que habrá antes de su retorno.  Entre las cosas que vendrán, o sea, que van a suceder, hay pestes, hambre y otras aflicciones según está escrito en el verso 7, sin embargo Jesucristo siempre trae la BUENA NOTICIA, y la encontramos en Mateo 24.13 “ Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”. Estas palabras de nuestro Santo Maestro tiran por tierra la llamada teología de salvo siempre salvo y también deja descolocada la teología llamada arrebatamiento pre tribulación. Pero dejan en claro que perseverando en su guía, obedeciendo sus instrucciones hubo, hay y habrá PROTECCION, CUIDADO, PROVISION, SEGURIDAD, Y VIDA ETERNA.

 

Nos advierte que vendrán verdaderas pestes que ni siquiera nos imaginamos como han de ser. Sin embargo, nuestro Dios en su misericordia, en su gracia, nos sigue permitiendo experimentar ensayos para que sus hijos estemos preparados para las cosas por venir y no suframos sus consecuencias.

 

Aquí débenos tener mucho cuidado de no caer en supersticiones a cerca del cuidado de Dios, y pensar “no me voy a cuidar porque Dios me va a guardar”, como si Dios fuera mi sirviente. Como si Dios tuviera obligación de guardarme si yo soy un irresponsable. Ojo!! Cuidado!! con no asumir la responsabilidad de cuidarme, porque tengo fe, y Dios me va a cuidar. Las promesas de Dios a su pueblo, son eso… promesas a Su Pueblo, los que guardan sus mandamientos, los que le obedecen, no los que creen lo que les parece y hacen lo que quieren.

 

Dios nos está dando un ensayo para ver si estamos preparados, para ver si hemos entendido las Sagradas Escrituras, si entendemos el corazón de Dios, si somos iluminados por el Espíritu Santo, para entender las Escrituras. Instrucciones que nos sirven de resguardo para estas epidemias, Corona virus covid 19, Gripe H1 N1, Dengue, etc, y para estar preparados.

Es tiempo para arrepentimiento, el Creador no quiere que nadie se pierda... 2 Pedro 3. 9 “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”.

 

Dios permite que pase esto para que la gente entre en pánico, y se arrepienta.

 

No veas demasiadas noticias, mejor ora, ten tiempo con Dios.

 

No te aferres a pensar con miedo en el coronavirus, influenza H1N1, dengue porque sufres y haces sufrir a los que están a tu alrededor.

 

No descuides lo que si puedes controlar, empezando por tus pensamientos. Lleva tus pensamientos a la obediencia en Cristo. Llena tu mente de la Palabra de Dios. Quítate falsos hábitos de pensamiento. Deja de pensar en todo lo malo que puede ocurrirte y piensa en Jesucristo, en el amor que Él nos tiene, en sus planes.

 

 

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