Estamos en una la época peligrosa, por lo tanto necesitamos orar, clamar a Dios por su guía y dirección y por nuevas fuerzas para salir victoriosos.
Pero… ¿Qué es la Oración?... ¿Qué dice Dios a cerca de la Oración?
Convencido de que lo mejor siempre viene de Dios, es que te invitamos a compartir unos minutos de reflexión sobre lo que dice Dios en Su Palabra, la Biblia, en relación a la Oración.
Hoy vemos en las redes sociales y en las noticias que se habla mucho sobre la necesidad de orar, invitaciones a orar, cadenas de oración, todo basado en la necesidad de la intervención de Dios para aliviar y dar solución a los problemas que vivimos, en medio de un mundo en situación adversa, donde con mayor o menor dificultad todos estamos transitando un tiempo de crisis.
El mundo está frente a una crisis sanitaria y económica, que nos alcanza a todos. Han cambiado nuestros hábitos, y va cambiando día a día el ambiente en que habitamos, estos nos puede ayudar a mejorar o nos puede conducir a empeorar nuestro carácter, la manera de relacionarnos, la forma de tomar decisiones, etc, etc, es decir la manera de vivir.
Y todos tenemos una idea en nuestra mente respecto a la oración, a que es la oración, a como orar, idea que se formó en nosotros en función de lo que nos enseñaron desde niños, lo que vimos, lo que creemos, y otras experiencias que fueron fortaleciendo nuestras ideas.
Ahora bien, al observar con detenimiento que dice la Biblia, es decir, que dice Dios por medio de Su Palabra, revelada a través de las Sagradas Escrituras, podemos a encontrar que algunas cosas, o muchas que nos enseñaron, o algunas cosas que aprendimos por experiencias personales, o formas que adoptamos no se corresponden, no se ajustan a lo que Dios ha establecido. Por ello para eliminar cualquier tipo de error en nuestra manera de dirigirnos al Único y Verdadero Dios, al Creador de todas las cosas debemos ir a la fuente, a la Biblia, para estudiar esta acción tan hermosa y tan necesaria. La Oración.
¿Qué es la oración?
Orar es hablar con Dios. La oración es una de las maneras de mantener comunión con Dios, así como leer Su Palabra en comunión con Él es escuchar Su voz.
En todos los tiempos Dios ha invitado a sus hijos a hablar con Él por medio de la oración.
Jeremías 33.3 dice “clama a mí, y te responderé, y te revelare cosas grandes e inaccesibles que tu no conoces”
2 Crónicas 7. 14 “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.
Que dice Dios aquí: clama a mí y te responderé!! Oren y oiré!!
¿Qué no es la oración?
Veamos que dice Jesucristo, en Mateo 6.7 “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.”
No debemos usar repeticiones vanas, sin pensar, sin tener la mente y el corazón en lo que le estamos expresando a Dios. Podemos llegar a creer que por repetir una oración seremos oídos, pero no es así. La oración que Dios escucha No es una mera repetición de palabras que se han aprendido a través de una enseñanza.
Así como un niño no necesita que se le enseñe a llorar o a pedir cuando tiene alguna necesidad, la oración del cristiano debe brotar naturalmente y espontáneamente desde lo más profundo de su alma.
¿Qué debe expresar la oración?
La expresión de los verdaderos sentimientos y necesidades es lo que el Señor oye y luego responde.
¿Cuáles son las condiciones de la Oración, que enseña la Biblia?
En los dos pasajes que acabamos de ver Jeremías 33.3 y 2 Crónicas 7. 14, solo por mencionar dos, pero hay muchísimos que respaldan esta instrucción, Dios dice clama a mí, oren, búsquenme a mí.
Juan 15:16 “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.”
Los cristianos debemos orar al Padre celestial porque Él puede suplir todas nuestras necesidades.
Muchas personas oran a otras personas (algunas ya fallecidas, familiares, “santos”, personajes no santos en el concepto bíblico, sino bajo creencias del hombre) o cosas que son incapaces para ayudarle a resolver sus problemas. Estas son formas de idolatría.
Primera condición, Nuestra oración debe estar dirigida al Padre, al Creador de todas las cosas.
Hebreos 4:14-16. “14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
Jesucristo, el Hijo de Dios es el gran sumo sacerdote que se compadece de nuestras debilidades, que entiende lo que nos pasa. Es el mediador entre nosotros y Dios. Cristo tiene naturaleza divina y, además, humana.
Romanos 8:34 “¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.”
1 Juan 2:1 “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.”
Cristo el Hijo de Dios, intercede por nosotros porque conoce nuestras necesidades, puesto que Él las vivió en sí mismo.
Juan 14:13 y 14 “13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”
1 Timoteo 2:5 “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”
Segunda condición, Debemos orar en el nombre de Jesucristo. Él es el único mediador, el único, significa que no hay otro, u otra persona que pueda llevar nuestra oración al Padre.
Dios ha prometido escucharnos y contestarnos. ¿Cómo podemos saber esto?
Mateo 21:22 “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.”
Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”
Dios desea que al orar confiemos en Él, entonces una tercera condición es que Debemos orar con fe.
Pesemos por un el padrenuestro. El ejemplo más gráfico de una oración específica y clara que nos dio Jesucristo como modelo de oración: Mateo 6:9-13 y Lucas 11:2-4.
Si vemos en Lucas 11
1 “Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.”
2 “Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”.
¿Reconocemos que es nuestro Padre? ¿Le obedecemos? O una pregunta mas profunda, ¿tenemos seguridad bíblica de ser hijos de Dios, de haber sido incorporados a su familia y permanecer en ella?…. luego piensa en eso. Ahora continuemos la reflexión.
Debemos reconocer Su autoridad y santidad, en adoración, una actitud física y/o espiritual.
Su reino, su gobierno, sus instrucciones, La Tora, es lo que Él quiera.
En el cielo se hace 100% Su voluntad, pedimos que sea igual también en la tierra, (pero pensemos en la tierra más cerquita, la de nuestra vida, nuestra familia, nuestro trabajo, que vivamos en santidad)
3 “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”
La provisión del día, reconociendo nuestra dependencia de Él. En todos los aspectos, provisión espiritual, emocional, material, en todo lo que hacemos.
4 “Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben”. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.
No se trata solo de decir nuestros pecados como algo general, sino que aquí está el momento de expresarle a Dios, nuestros errores, equivocaciones, rebeldías, necesitamos confesar y pedir perdón, llegar con un corazón limpio y transparente delante de Dios.
Proverbios 28:13 “El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.”
Damos por sentado que ya perdonamos, porque Si no tenemos amor, ni perdonamos, no seremos escuchados. ¿Si Dios ya nos perdonó, porque no perdonar a los que nos ofenden?.
Estamos entrando en la época más peligrosa y terrible de la historia, por lo tanto necesitamos orar, clamar a Dios por su guía y dirección y por nuevas fuerzas para permanecer en sus instrucciones.
Jesucristo, nos dice en Lucas 21. 34-36 // 34 Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. 35 Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. 36 Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.
No vivimos para asustarnos, vivimos para conocer al Creador, arrepentirnos de nuestras rebeliones, pecados, de abandonar la lejanía de Dios, de errar al blanco y dejar que Jesucristo gobierne nuestra vida.
Entonces velemos y oremos en todo tiempo!
Oremos como Dios mismo nos ha indicado por medio de Su Palabra.
Dios nos ha dado libre albedrío, el libre albedrío siempre es para realizar alguno tipo de elección…
Te invito a realizar la mejor elección… una elección que transforma vidas, familias, que transforma toda persona y lugar…
“Conocer al único y verdadero Dios, al Creador de todas las cosas, al Dios de la Biblia a través de la Biblia”
Dios guíe cada uno de tus días, guarde tu vida y la de los tuyos, y envíe las más grandes y ricas Bendiciones!!
Escribir comentario
Aracelis Arias (sábado, 04 junio 2022 20:14)
Excelente estudio, fue muy edificante para mi vida......gracias