Analizando el Padrenuestro

La oración modelo, el ejemplo que Jesucristo dio a sus discípulos, para aplicarlo en la vida cotidiana, de la manera que Dios nos enseña a través de la Biblia.

 

Cada uno de nosotros puede desarrollar una comunión íntima con el Padre, por ello la oración requiere de la discreción característica de una relación de amor.

 

Tengamos en cuenta que la oración es un encuentro motivado por el Espíritu Santo por medio de las Palabras y méritos de Cristo, que nos lleva a una unión con el Dios vivo y verdadero.

 

El padrenuestro más allá de una comunicación de palabras, tiene la intención de ejercitarnos en los mismos sentimientos de Jesús.

Fil 2.5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús

 

Dios ha establecido que la oración sea el contexto y el método para que los hijos de Dios sean moldeados, poco a poco, conforme a la imagen de Jesús.

 

Analicemos el padrenuestro párrafo por párrafo, para extraer las enseñanzas dadas por el Creador, a través de su Unigénito Jesucristo…

 

Mt 6.9 vosotros pues orad así…. Jesús quiere que podamos entender los distintos conceptos para que el padrenuestro sea a nosotros una guía, y no una un conjunto de frases a repetir.

El padrenuestro muestra el orden correcto para dirigirnos a Dios: comienza con Dios, Su reino y su justicia, y termina con las dificultades del hombre pidiendo la provisión diaria, la liberación del mal y dando gloria a Dios por su respuesta.

 

El padrenuestro comienza con el gran consuelo de poder decir PADRE al Dios omnipotente, el creador del cielo y de la tierra.

Podemos decir Padre porque el Hijo es nuestro hermano, y nos ha revelado al Padre, y porque gracias a sus méritos hemos vuelto a ser hijos de Dios y hermanos del Señor Jesucristo.

 

Jn 16.27 pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.

 

Debemos vivir conscientes del privilegio que tenemos de ser llamados hijos de Dios. Dejando de lado el afán de la falsa emancipación que propone satanás, como lo hizo con Eva. Y abrazar la relación de hijos establecida por Jesucristo, que no nos habla de una dependencia esclavizadora, sino de una amorosa relación de familia.

 

Por otra parte al decir Padre NUESTRO nos obliga a salir de yo, para abrirnos a la comunidad de los hijos de Dios.

Que estas en los cielos: nos habla de la naturaleza del Padre, vive en la luz inaccesible, y en Él no hay tinieblas.

Santificado sea tu nombre: ¿Qué significa el nombre? El nombre da la posibilidad de dirigirse directamente a alguien y establecer una relación estrecha con esa persona. Dándonos su nombre, Dios nos da el privilegio de poder relacionarnos con Él.

 

Ex 20.7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

 

Mt 6.10  venga tu reino: con esta petición, declaramos la primacía de Dios y reconocemos que donde Él no está, nada puede ser bueno. 

 

Mt 6.33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

 

Con estas palabras se establece un orden de prioridades para el obrar del ser humano, y para nuestra actitud en la vida diaria. Reino de Dios quiere decir soberanía y gobierno de Dios, e implica el hecho de asumir su voluntad.

Cuando decimos “venga tu reino” estamos pidiendo que no sea establecido nuestro reino, sino el de Él. Jesucristo quiere llevarnos a establecer las prioridades correctas en nuestro obrar cotidiano.

 

El reino de Dios llega a la tierra por medio de corazones dóciles que lo escuchan. Jesús es el Reino en persona, allí donde Él esta, está el Reino de Dios. En la medida que estamos EN Jesús, y que somos de Él, Él vive en nosotros y el Reino de Dios está en nosotros.

 

Mt 6.10 sea hecha tu voluntad, como en el cielo asi también en la tierra..

En esta petición aparece con claridad la existencia de una voluntad de Dios con nosotros y para nosotros, que debe convertirse en nuestro ser, querer y hacer.

 

La referencia al cielo como lugar donde se cumple 100% la voluntad de Dios, nos dice, esencialmente que en donde se cumple la voluntad de Dios está el cielo.  La tierra se convierte en cielo en la medida en que se cumple la voluntad de Dios en ella.

 

La fuente de vida de Jesús en su paso sobre la tierra era ser una sola cosa con la voluntad de su Padre.  Jn 4.34 “Jesús les dijo, mi comida es que yo haga la voluntad del que me envio, y que acabe su obra”.

 

Nosotros no podemos ser enteramente justos, nuestra voluntad nos arrastra continuamente, como una fuerza de gravedad, lejos de la voluntad de Dios. En esta tercera petición nos acercamos a Él a fin de que la voluntad de Dios prevalezca sobre las fuerzas de nuestro egoísmo, y nos haga capaces de alcanzar la altura y la madurez a la que hemos sido llamados.

 

Mt 6.11 el pan nuestro de cada día, dánoslo hoy…

Esta cuarta petición parece la más humana de todas, nosotros pedimos nuestro pan, y también el pan de los demás. Si bien el Señor trata de orientar nuestra mirada hacia lo esencial, Él conoce bien nuestras necesidades terrenales y las tiene en cuenta.

 

Mt 6.8  No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.

 

Por eso Jesús nos invita a pedir nuestro pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que necesita de la lluvia y el sol del cielo.  Se necesita la cooperación de estas dos fuentes para tener pan. Eso nos evita la tentación del orgullo, de pensar que podemos lograrlo por nosotros mismos y solo por nuestro esfuerzo.

 

Mt 6.33-34  // 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

 

El verdadero alimento que da vida al hombre es la Palabra incorruptible de Dios, y el verbo encarnado es el verdadero pan que da la vida a un mundo hambriento de vida.

 

Mt 6.12 perdona nuestras deudas como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

 

Esta petición presupone un mundo en el que existen ofensas, ofensas entre los hombres y ofensas a Dios. La ofensa puede ser superada mediante el perdón y nunca a través de la venganza.

 

Nuestro Dios nos perdona porque nos ama, pero el perdón puede ser efectivo únicamente a quien, a su vez, perdona.

El perdón de las ofensas y la salvación de los hombres le ha costado a Dios el precio de la muerte de su Hijo.

 

Is 53.5-6 // 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

 

La petición del perdón nos recuerda a Aquel que por el perdón ha pagado el precio de su vida.

 

Mt 6.13 y no nos metas en tentación…

 

Dios no nos tienta, Sg 1.13-14 // “13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido”.

 

La tentación viene del diablo, Mt 4.1 “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo”.

La obra salvadora de Cristo incluye al superación de las tentaciones, y el sobrenatural socorro cuando pasamos por ellas.

 

Heb 2.18 “Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados”.

 

Aquí es importante mencionar que hay una gran diferencia entre prueba y tentación. La prueba que Dios permite es para purificarnos y aprobarnos. En cambio el diablo nos tienta para que caigamos y perezcamos.

En esta petición del padrenuestro, le decimos a Dios “sé que necesito pruebas para que mi ser sea purifique, pero no permitas que sea tentado más allá de mis fuerzas.

 

1 Cor 10.13 “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”.

 

Cuando pedimos “no nos dejes caer en la tentación” estamos expresando la convicción de que el enemigo no puede hacer nada contra nosotros, si antes no se lo ha permitido Dios, de modo que nuestro temor, devoción y culto se dirige a Dios, y no al diablo y sus maquinaciones.

 

Mt 6.13 más líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amen

 

Nos presentamos al Padre con la esperanza fundamental de nuestra fe (sálvanos, redímenos, líbranos).

Cuando decimos líbranos del mal, no queda nada más que podamos pedir. Estamos seguros y protegidos de todo lo que el mundo y el demonio puedan hacernos.

 

Esta última parte del padrenuestro, debe llevarnos a hacer un examen de conciencia, para que en nuestras vidas seamos realmente libres del pecado. De la lejanía de Dios. Cuando pedimos líbranos del mal, pedimos la liberación de todos los males, presentes y futuros, para que podamos vivir en paz, y que ayudados por la gracia de Dios, seamos libres del pecado.

 

La guía que Jesús nos dejó con este modelo de oración, no es para repetirla mecánicamente, sino para que cada creyente la pueda recrear y reconstruir cada día.

 

Cada expresión, Cada pedido, tiene un profundo significado, que nos va conformando más y más a la imagen de Jesucristo. 

 


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