2020 Tiempo de Esperanza para poder Llegar

Estamos viviendo un tiempo difícil, donde las circunstancia generales por las que atraviesa el mundo nos afectan de manera directa o indirecta, y en ese contexto necesitamos grandes dosis de ESPERANZA…

 

Necesitamos redoblar nuestro esfuerzo para mantenernos en pie, para salir victoriosos diariamente, para apagar todos los dardos de fuego de santanas y el mundo, para heredar las Promesas del Creador!!!

 

Pero ¿por dónde empezamos? ¿Cómo?

¿ESPERANZA en qué?

 

Para ir descubriendo las respuestas, la invitación es a reflexionar en las instrucciones de Dios, dadas en Su Palabra…

 

Lucas 18:1-8

 

“1 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, 2 diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. 3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, 5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. 6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?  8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”

 

¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche?

 

¿Se tardará en responderles?  8 Os digo que pronto les hará justicia.

 

Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”

 

 

Antes de reflexionar sobre la parábola, veamos algunos conceptos relacionados con “la ESPERANZA”.

 

Esperanza: Virtud por la que esperamos en Dios que nos dará los bienes prometidos. Estado del ánimo en el cual nos parece posible lo que deseamos. Sinónimo de confianza, ilusión.

 

Confianza: Esperanza firme que se tiene de una persona o cosa. Sinónimo de fe,  de  seguridad.

 

Ilusión: Percepción falsa de algo, que se presenta a la conciencia distinto de cómo es realmente, debido a una interpretación anormal de los datos, de los sentidos.

 

Paciencia: Virtud que consiste en sufrir las adversidades y trabajos sin perturbarse el ánimo. Virtud cristiana que se opone a la ira. Espera sosegada en las cosas que se desean mucho.

 

Fe: Es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve.

 

La esperanza en la que estamos reflexionando hoy y que es necesaria, digamos imprescindible en estos tiempos que estamos viviendo, es una hermosa combinación de fe, confianza, ilusión y paciencia que hace que el cristiano cada día sea más dependiente de Dios.

 

¿Pero… como logramos alcanzar esa esperanza que nos permita avanzar diariamente  y llegar a la meta?

 

Lo primero que podemos extraer de esta parábola es, el objeto, el objetivo planteado por Jesucristo al presentarles esta historia: La necesidad de orar siempre y no desmayar.  1° Tesalonicenses 5:17 “Orad sin cesar.”

 

El poder de la ORACIÓN. El gran remedio que da la Palabra de Dios “para todo es la Oración”.

 

En ese sentido la instrucción de Dios en Su Palabra escrita en Santiago 5:13-18, es muy clara:

 “13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. 14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. 15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. 16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. 17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. 18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.”

 

Por otro lado, la instrucción es NO DESMAYAR… Hebreos 12:3 “Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.”  Todavía no soportamos lo que soporto Jesús…

Lo siguiente que vemos en la parábola contada por Jesús es que:

 

Había un juez. Este hombre era un juez que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Jesús dijo que era un juez injusto; y

 

Había una viuda. Una viuda en Israel era sinónimo de pobreza y falta de protección. No tenía bienes, ni posesiones, ni heredad.  Sólo tenía necesidades: Hambre y sed de justicia.

Jesús dijo… “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.” Mateo 5:6

 

En el mundo actual, muchas personas piensan que sin pecar es muy difícil hacer dinero, muchos creen que hay que meterse en algo sucio, o en algún curro, o directamente robar. Sin embargo los cristianos hemos sido rescatados de esa vana manera de vivir, y debemos creer que Dios  es nuestro proveedor, nuestro ayudador. Aun cuando aquello que pedimos, a veces, se tarde.

 

La viuda venía al juez a pedir justicia de su adversario. Sabía que para obtener justicia, hay que recurrir a aquel que puede impartir justicia.

 

¿A quién iremos a pedir justicia?

¿A quién pediremos por nuestros seres queridos?

¿A quién pediremos que satanás retroceda y avance la verdad del Evangelio, de las Buenas Noticias de Salvación en Cristo?

 

En la parábola, Jesús dijo que “Pasó algún tiempo”.

Pero… ¿Qué sucede con nosotros cuando pasa algún tiempo y no vemos la respuesta, o al menos, no la vemos como nosotros queremos?

 

Ante la insistencia de la viuda, el juez injusto le hizo justicia. En el verso 7 de Lucas 18, leemos: “¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará en responderles?” Jesús dijo: “Os digo que pronto les hará justicia”.

Jesucristo nos asegura que Dios pronto hará justicia. Él es quien maneja los tiempos, de la mejor manera.

 

Pero continúa diciendo, o más bien preguntándonos… Cuando venga Jesucristo, “¿hallará fe en la tierra?”, ¿habrá hombres y mujeres con esperanza?

 

Como cristianos, como verdaderos creyentes en Cristo, en el unigénito del Padre, nuestro Mesías, debemos recordar lo expresado en Romanos 5:1-5 // “1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;  2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.”

 

No tengamos vergüenza de tener ESPERANZA, no se trata de cosa de viejas, se trata de atender la instrucción del Creador.

 

Para entender algunas cosas más sobre la Esperanza que nos permita vencer, y avanzar en todo tiempo que vivamos, veamos lo escrito en  Romanos 8:24-27

 

Romanos 8:24-27 // “24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. 26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.”

 

La Esperanza actúa sobre lo que no vemos, por eso, muchas veces, ni siquiera sabemos como pedir. Entonces necesitamos el auxilio del Espíritu Santo.

 

La Esperanza es sobre lo que esperamos con paciencia, no sobre lo que se ve. Hay una combinación de Fe y de descansar con paciencia en la comunión con el Espíritu Santo.

 

Antes de terminar, te invito a ver detenidamente lo escrito en 1° Juan 3:1-3

 

1° Juan 3:1-3 // “1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.”

 

Una vez que hemos recibido a Cristo en nuestro corazón, y lo hemos invitado a tomar el control de nuestra vida, si ya le hemos dado el lugar de Señor y Salvador, estamos entre los llamado hijos de Dios, y aun no se ha manifestado lo que hemos de ser, pero sabemos, o si aún no lo sabemos con claridad, si debemos saber, que cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es. Y dice le verso 3, que todos los que tenemos esta esperanza en Él, nos debemos purificar a sí mismos, así como Él es puro.

Así como Cristo, nuestro Señor y Maestro, nuestro ejemplo a seguir es puro, así debe ser nuestro caminar, en obediencia a las instrucciones de Dios dadas en Su Palabra la Biblia. 

 

Para el final, toma un momento cada día para leer y releer el Salmo 91, te invito a pensar en cada una de esas palabra, y a incorporarlas en tu oración personal, así tendrás grandes dosis de Esperanza…  Amen!