¿Sabes que Dios, el Creador de todas las cosas, nuestro Creador, es nuestro dueño y que Él tiene derecho de propiedad total sobre nosotros y sobre todo lo que tenemos?
En 1° Timoteo 6:7 la Escritura lo deja bien claro y con pocas palabras: “porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.”
¿Alguna vez escuchaste hablar sobre mayordomía? ¿o escuchaste la palabra mayordomía?
¿sabes de que se trata?
Un mayordomo es un administrador, un encargado de los bienes, de la propiedad de otra persona, y la mayordomía es la representación, la administración que hace el mayordomo, el administrador sobre aquello que se le ha confiado, que se le ha encargado administrar para beneficio del dueño.
Ahora bien… Cada uno de nosotros también es un mayordomo, un administrador, un encargado de todo lo que está en nuestra mano y que es de Dios. Él nos lo ha confiado de manera transitoria y nos ha dado instrucciones definidas sobre su administración. “porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.” (1° Timoteo 6:7) En síntesis… Nosotros no somos dueños de lo que tenemos. En Su Palabra, en la Biblia, el Creador, Yahweh el Único Dios vivo y verdadero nos ha dejado instrucciones claras a cerca de como administrar todo lo que llega a nuestra vida.
La mayordomía cristiana es la administración y cuidado de las cosas que pertenecen a Dios, sabiendo que hemos de rendir cuentas por la responsabilidad que se nos ha delegado, que se nos ha encargado.
Tres razones por las que Dios tiene derecho de propiedad sobre nosotros:
Primero # Derecho en razón de la creación, dice el Salmo 24.1-2 // “1 De Yahweh es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan. 2 Porque Él la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos.” y Colosenses 1:16 dice: “16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” Claramente Dios es el dueño de nuestro ser y de todo cuanto existe en el mundo, porque lo ha creado para su propio uso.
Segundo # Derecho en razón de la providencia. Sin la provisión de Dios no podríamos vivir ni un instante. Él nos da el aire que respiramos y la fuerza para trabajar y hacer el resto de las cosas. El hombre puede sembrar, pero es Dios quien hace crecer y producir fruto. Dios es dueño de nuestro ser por cuanto provee para nuestra existencia. Podemos verlo en Hechos 17.25-28 // “25 ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues Él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. 26 Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; 27 para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. 28 Porque en Él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.”
Tercero # Derecho en razón de la redención: Dios creó al hombre para su propia gloria. El hombre debía obedecerlo y gozar de Su bondad y amor, permaneciendo unido al Él. Pero… el pecado de nuestros primeros padres los separó de Dios y encaminó a toda la humanidad hacia la perdición. Para liberarnos de la ruina, Cristo dio su vida por nosotros y nos redimió, esto quiere decir que nos compró. Ahora pertenecemos a Dios por Sus derechos de redención. 1° Pedro 1.18-19 // “sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,”
1° Corintios 6.19-20 // “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”
Mira… al terminar esta reflexión repasa estas contundentes palabras en las Escrituras… y piensa… ¿Qué crees que es lo mejor que puedes hacer en respuesta a los derechos de propiedad que Dios tiene sobre ti?
Ahora veamos cual es la propiedad de Dios que debemos administrar...
Los bienes de Dios que administramos no son todos materiales. Entre los bienes que nos han sido confiados están: El tiempo, los talentos, el dinero, el cuerpo y cada una de las demás bendiciones.
Recordemos que todo lo creado le pertenece al Creador, y de manera particular vimos tres razones contundentes por las que Dios tiene derecho de propiedad sobre nosotros…
Pensemos ahora…
¿Qué hacemos con estas riquezas? ¿Las invertimos bien para lograr el propósito del dueño? ó ¿Las tratamos como si fueran propiedad nuestra?
Cuales son las riquezas, los bienes que se nos han confiado:
Numero 1) El cuidado del cuerpo: La Biblia nos manda amar a Dios con todas nuestras fuerzas, es decir, debemos mostrarle nuestro amor con los hechos, empleando nuestras fuerzas físicas para su gloria. Si por algún vicio, o por nuestros descuidos debilitamos el cuerpo, estamos defraudando a Dios en sus derechos. El cuerpo ya no es nuestro, sino del Señor, 1° Corintios 6.19-20// “19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.
Número 2) El cuidado de la mente: Nuestra mente es como un campo para cultivar. Tal como el agricultor labra y abona la tierra para que produzca en abundancia, tenemos que desarrollar nuestras facultades mentales para hacer producir a nuestra mente buena cosecha. Dice Romanos 12:2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Necesitamos incorporar a nuestra mente los pensamientos de Dios, que están a nuestro alcance en las Escrituras, en la Biblia.
La instrucción del Señor que encontramos en Filipenses 4.8 es: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Y en 2° Corintios 10:5 se nos indica que nuestra actitud, nuestra decisión debe ser “5derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. De allí la importancia de conocer la voluntad de Dios, la importancia de conocer las instrucciones de Cristo, para tenerlas presentes, pensar en ellas y seguirlas.
Numero 3) Administrando los talentos: Entre los bienes que Dios nos ha dado, se encuentran los talentos o capacidades. Los hemos recibido de Dios para dedicarlos al mejor uso posible para Su gloria y para el bien de la humanidad.
Numero 4) Nuestro tiempo: ¿Qué quiere decir “entregar la vida a Cristo”? ¿Qué significa rendir nuestra vida al Señor? ¿Acaso no será poner nuestro tiempo a su disposición?
Efesios 5.15-16 // “15Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.” ¿Como ves los días de este año? El Señor nos llama a aprovechar bien el tiempo, porque los días son malos.
Es nuestra responsabilidad planificar nuestros días para sacar el mejor provecho posible de cada hora, sigamos los pasos de Cristo, en Juan 9.4 encontramos que Él dijo… “4 Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.”
Pensemos… ¿De qué manera podemos poner nuestro tiempo a disposición de Dios?
Numero 5) Nuestro dinero y bienes: El buen mayordomo pone mucho esmero en las cuentas y no confunde lo del dueño con lo propio. Nosotros debemos tener completa conciencia de que todo lo que tenemos pertenece al Señor. El buen administrador rinde cuentas al dueño de todo lo que pasa por sus manos, y nosotros hemos de hacer lo mismo. Por eso debemos usar lo que Dios nos ha dado conforme a Su voluntad, es decir para Su obra. Su obra es el bien de nuestra familia, de nosotros mismos y también de la extensión del Reino de Dios a través de la Iglesia.
2° Corintios 9.6-7 // “6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” Dar en la congregación es una excelente manera de destinar recursos a la obra encomendada por el Unigénito del Padre, por Yahshua nuestro Mesías, a quien conocimos como Jesucristo.
Pensemos…. ¿De qué manera podemos usar nuestro dinero y bienes para Dios?
Te invito a repasar estos principios que hemos visto a la luz de la Palabra de Dios, piensa como estas administrando las riquezas y los bienes que Dios te ha confiado: tu vida, tu cuerpo, tu familia, tu trabajo, los talentos, las habilidades, las oportunidades, las bendiciones, etc, etc, piensa ¿Qué haces con éstas riquezas? ¿Las estás invirtiendo bien para lograr el propósito del dueño?
No te apresures en responder, busca la guía de Dios en oración, pídele que envíe Su Espíritu Santo para guiarte a considerar como estás en relación a estos principios, considera si necesitas hacer ajustes en tu actual manera de administrar lo que Dios te ha dado y está dando.
Recuerdo la indicación, la instrucción del Señor dada en Efesios 5.15-16 // “15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.”
Si sientes la necesidad de conocer las instrucciones de Dios para que tu vida de en el blanco, si sientes la necesidad de estar preparado para lo que vendrá, de hacer las cosas como Dios lo ha establecido, ¡bienaventurado/a! ¡Dichoso/a!
Si sientes que estas alejado de Dios, que no has estado prestando atención sus instrucciones de vida... reconcíliate con Dios… reconcíliate con Dios… di basta de lejanía, basta de desconocimiento de la Tora, de sus instrucciones para que todo te vaya bien, basta de falta de orientación, basta de falta de guía.
Los que servimos en Comunidad de Fe de Villa Santa Cruz del Lago, y cada una de las demás Comunidades de Fe, integrantes de Ministerio Bíblico Internacional NO cambiamos Palabra de Dios, sino que, con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Yahshua, en Cristo, y damos de gracia lo que de gracia hemos recibido…
Hay mucho por saber y una vida de plenitud por vivir, pero también, la hora de prueba está muy cerca…
Te invito, te animo a que busques y recibas diariamente el alimento de la Palabra de Dios, para crecer y recibir fortaleza, dirección y cuidado, en medio de las circunstancias que estamos atravesando.
La Biblia es No un libro antiguo… es el más vigente de todos… allí están todas las instrucciones para alcanzar y experimentar cada día la vida de plenitud que anhelas.
Te invitamos a participar de nuestro tiempo de reflexión en las instrucciones de Dios para que nuestras vidas den en el blanco, te invitamos a nuestro tiempo de edificación mutua, también un tiempo de oración por tus necesidades, en el Salón de Comunidad de Fe de Villa Santa Cruz del Lago, calle Los Eucaliptos equina Candonga. (ver días y horarios actualizados de actividades)
Pero además te invitamos a ver las reflexiones, enseñanzas y estudios de las distintas Comunidades de Fe, la Facultad Bíblica, el Canal Retorno.TV, y la Radio desde Fundación Hablemos de la Vida, a las que puedes acceder desde nuestra página en la solapa (actividades) allí encontraras los links y veras los días y horarios de cada momento de reflexión y estudio. Todas totalmente gratuitas, aquí no se piden ofrendas, ni diezmos, ni dinero bajo ningún concepto, nuestro anhelo es que conozcas al único y verdadero Dios, al Dios de la Biblia, a través de la Biblia, y que andes en sus caminos, en sus instrucciones, que crezcas y te desarrolles, vivas bajo Su cuidado y protección y que experimentes una vida de plenitud en todo tiempo.
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